miércoles, 24 de noviembre de 2010

Historia de la prensa escrita en España y Asturias

La prensa española

La prensa en España se inicia con manuscritos y la impresión en planchas de madera, como es el caso de los Romances Noticieros, escritos en verso, que trataban sobre los sucesos ocurridos en la guerra de Granada en el siglo XV. Pero no se desarrolla en España la prensa escrita, al igual que el periodismo, hasta el año 1697, cuando se publican las gacetas o mercurios (el primer periódico español que apareció fue La Gaceta de Madrid), que eran unos boletines que informaban sobre las novedades ocurridas en las ferias comerciales importantes o los puertos de mucho tráfico. Estos boletines se dividían en dos partes: la internacional y la nacional.

A lo largo de los siglos XVII y XVIII se empezó a copiar el modelo de la gaceta por diversas ciudades importantes de España. Es en este momento cuando se aprecia un notable desarrollo de la prensa, ya que aparecen distintas publicaciones periódicas, algunas de carácter investigador o cultural, con contenidos enciclopédicos y otras de carácter irónico, orígenes de lo que sería el periodismo crítico. Bien es verdad que en esta época los periódicos eran muy caros, pero, aún así, los editores debían contar únicamente con el producto de la venta, ya que aún no existía la publicidad. Cabe destacar como fecha importante el 1 de febrero de 1758, que fue cuando apareció el primer periódico diario de nuestra historia, el Diario de Madrid.

Con el siglo XIX surgen también los primeros periódicos de opinión, defensores de un partido o líder político. Importantes periódicos como La Voz de Galicia aparecen junto a revistas gráficas semanales con ilustraciones y fotografías, como La Ilustración española y americana, Blanco y Negro y Nuevo Mundo. En 1890 aparece el Heraldo de Madrid y en 1905 el ABC que surge como un diario novedoso por la abundante información gráfica y por el moderno formato. Aparecen también páginas especiales o suplementos de agricultura, arte, deporte, economía, espectáculos, mujer y niños. Por otra parte, el impacto de la guerra europea potenció el interés por los temas extranjeros.

Tras la Guerra Civil, Franco mantuvo como una obsesión constante el control de la prensa y de los demás medios de comunicación, aunque se pueden distinguir dos períodos:
·                    1939-1966: Se eliminan todos los medios de comunicación que habían estado vinculados a la República, se introducen en los textos consignas propagandísticas y se designa a los directores de todos los periódicos. La prensa se hace monótona, sin margen para la mínima crítica.
·                    1966-1975: Comienza con la aprobación de la llamada "Ley Fraga", que supuso un punto de inflexión con una relativa apertura del sistema informativo: se comenzó a publicar información antes impensable.

Finalmente, tras la transición democrática, la prensa experimenta un importante auge con la aparición de publicaciones de todo tipo. Además de periódicos con historia, como el ABC o La Vanguardia, aparecen otros nuevos como El País, Diario 16 o El Mundo que se convierten enseguida en sólidas empresas de comunicación y grupos de poder.

La prensa asturiana

La llegada de EPI (Editorial Prensa Ibérica) marca un período de grandes transformaciones en el panorama periodístico de Asturias, con el desembarco después de los otros dos grandes grupos españoles que editan periódicos locales (Zeta y Vocento).

La prensa, que era tan importante en muchos lugares, en Asturias no fue un elemento dinamizador por la ausencia de industrias impresoras en la región. Así, la cultura ilustrada solo consiguió llegar a grupos muy reducidos.

Es destacable en la historia de la prensa la presencia Jorge Uría, profesor de la Universidad de Oviedo, pues comenzó a dirigir hace tres años una ambiciosa investigación sobre la historia de la prensa en Asturias. El primer fruto de este trabajo es el libro Nace el cuarto poder, un volumen de más de 600 páginas.

En 1808 aparece el primer periódico de la región, La Gaceta de Oviedo. Y en la segunda mitad de siglo XIX, la prensa asturiana despega definitivamente con la aparición de los primeros diarios, entre los que sobresale por méritos propios El Faro Asturiano. A finales del siglo se impone un periodismo de orientación mercantil que, apoyándose en los ingresos por publicidad, en fuertes inversiones iniciales de capital y en informaciones sobre temas de actualidad, consiguió cierta viabilidad empresarial. Se produce entonces una transformación radical de la prensa asturiana. La industrialización y el desarrollo socioeconómico de la región hacen que surjan periódicos de gran calidad, punteros dentro de la prensa provincial española. Entre estos diarios se analizan los cuatro más destacados. El Comercio de Gijón, actual decano de la prensa diaria asturiana, fue un periódico vinculado a la burguesía local desde su nacimiento en 1878. El Noroeste, también de Gijón, fue un diario radical que sobresalió no sólo por su periodismo ágil y dinámico y sus innovaciones empresariales, sino por un brillante elenco de colaboradores. En la capital destacaron El Carbayón, diario católico referente del conservadurismo regional, que contaba con una redacción envidiable animada por un marcado espíritu universitario. Y el liberal El Correo de Asturias, que con un tono más templado gozó también del favor del público.

Hoy en día se puede ver con claridad que en Asturias se siguen editando periódicos que fueron de los primeros en aparecer. Son el caso de La Voz de Avilés, La Nueva España o El Comercio, entre otros.

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