Año: 1960
Género: Comedia romántica
Director: Billy Wilder
Productora: The Mirisch Corporation
Guión: Billy Wilder y I.A.L. Diamond
Música: Adolph Deutsch
Intérpretes: Jack Lemon (C.C. Baxter), Shirley MacLaine (Fran Kubelik) y Fred MacMurray (Jeff D. Sheldrake).
Sinopsis: C.C. Baxter es un hombre soltero que trabaja en una empresa donde sus superiores, que le ofrecen a Baxter recomendarle al jefe de la empresa, le piden prestado su apartamento para pasar alguna que otra noche. Cuando el jefe se entera de esto, hace lo mismo que los anteriores empleados, con la diferencia de que este amenaza a Baxter con despedirle si él no accede a sus exigencias.
Argumento: C.C. Baxter es un hombre soltero que trabaja en una empresa donde lleva una rutina y una vida aparentemente normal. Pero en realidad, su agenda está repleta de citas donde la mayoría de sus superiores van a ocupar su apartamento para llevar amantes y pasar con ellas la noche, a cambio ellos le ofrecen a Baxter su recomendación al jefe de la empresa. Finalmente consigue un ascenso al lado del mismísimo señor Sheldrake, el jefe de la empresa, pero a cambio este le pide las llaves de su apartamento, a lo que Baxter cede hasta que descubre que la mujer que lleva a su apartamento es la misma de la que él está enamorado: Fran, la ascensorista. Un día de los que hay un famoso préstamo entre Baxter-jefe, el señor Sheldrake abandona a Fran en el apartamento para pasar la nochebuena con su mujer y sus hijos, pero entonces su amante toma una sobredosis de pastillas y casi se queda en el sitio de no ser porque Baxter la encontró a tiempo. Cuando finalmente las cosas parecen ir bien, el señor Sheldrake deja a su esposa para quedarse con Fran, pero entonces Baxter se revela y se niega a volver a dejarle las llaves de su apartamento para llevar allí a Fran. Con lo que C.C. Baxter, el soltero empresario, se queda sin trabajo. Pero consigue que, cuando Fran se entera de lo sucedido, es ella la que deja plantada al señor Sheldrake el mismo día de Nochevieja y vuelve con Baxter para terminar una partida de cartas que habían dejado a medias.
